Celtia nos deja otros momentos de sus vivencias, como los soluciona y como sigue con su vida, sorteando día a día y hora a hora, al mismo tiempo, nos enseña su forma de comer a veces jajaja!
3/9/2015
Desayuno: agua, aspirina 12:00
¡Vaaaya fiesta de cumpleaños! Me he vuelto a meter en la
cama, menos mal que no bebí demasiado, no tanto como otros, pero aún así vaya
dolor de cabeza... creo que voy a dormir un ratito más.
Comida: sopita casera 16:00
Qué bien asienta el cuerpo una sopita de pollo. Bueno, ya
estoy más recuperada de la juerga de anoche, aunque no puedo decir lo mismo de
mis amigas, ¡jajaja!
Te cuento, por la mañana todo fue bien, fui a mi clase de
jiujitsu, ¡que sudada me pegué! Cuando el resto de las chicas salieron de sus
clases me uní a ellas, fuimos a tomar una fondue de chocolate con frutas a
"Chocolates Valor".
¡Adiós dieta! Por la
mañana había estado preparando unos "cup cakes", no sé de dónde ha
salido la moda esta de llamarles así a las magdalenas de toda la vida con unas
decoraciones bonitas. Mi amiga y compi de piso cumplía 21, me parece que fue
hace tanto tiempo que yo cumplí 21... de hecho vivía en Escocia cuando los
cumplí. Más a delante te contaré sobre esa época. El caso es que vivo con otras
6 chicas, sí, 6 chicas y por increíble que parezca nos llevamos todas
bien...increíble.
Después de comer invitamos a más amigos a nuestro piso y
sacamos una tarta mis "cup cakes"/magdalenas (un éxito rotundo),
patatas, unas cosas que te dejan los dedos naranjas, zumos, etc... seguido de
abrir los regalos, vamos, una fiesta de cumpleaños de tarde en plan abuelitas.
Lo pasamos bien, te pones al día de cómo están todos tus amigos y conocidos, te
inflas a tarta, pues eso, lo normal.
Me llaman al teléfono, un momento.
Merienda: aquarius en grandes cantidades. 18:00
OH. MY. GOD! vale, ese era Eric al teléfono...¿que quién es
Eric? Supongo que tengo que pasar a contar la parte de "desmadre" del
cumpleaños.
Once de la noche, todo tranquilo en nuestro piso hasta que
empieza a llegar gente. Estamos todas listas, yo con mis leggins nuevecitos y
una camiseta roja con las magas de encaje, rojo por supuesto, chaqueta de cuero
negra, botines negros, ni muy altos ni muy bajos, collar dorado, el que me
compré en la ferie medieval, pelo ondulado perfecto, maquillaje perfecto. Lista
para la fiesta. Hora de sacar las bebidas, mi perdición, el gintonic, la piña
colada y el vodka negro. Aunque ayer me ceñí estrictamente al gintonic...menos
mal. Antes de salir nos reunimos en el enorme y frío salón que tenemos para
tomar unas copas y jugar a un juego al que nunca había jugado, un juego de
beber, en el que la finalidad es beber. Cuando a la una de la mañana salimos de
casa, salimos ya entre risas facilonas, con esa sensación de que el cuerpo
hormiguea un poco.
Fuimos a un pub irlandés en el que el segundo cóctel
te sale gratis, sí, música, cócteles, te haces a la idea, luego fuimos a
"La Chupitería", (no, el nombre no es muy original, pero es el que
tiene), vale, puede que aquí bebiese otra cosas que no fuese ginebra, un par de
chupitos, de algo dulce y rojo, (ni idea de lo que era, pero el camarero me dio
una piruleta con el chupito). Brindamos todas a la salud de los 21 añitos de
nuestra rubia favorita. Y luego se produjo ese extraño momento en el que un
montón de gente, tus amigas, y otras pandillas se encuentran fuera del local y
os echáis como dos horas hablando allí fuera. (Puede que no fuesen dos horas, a
esas alturas, ¿quién controla el tiempo?) Así que, de repente, y os prometo que
no recuerdo cómo pasó, estaba hablando con un chico, Eric, un chico inglés que
estudia en el conservatorio de música, una de mis compañeras de piso, Alison,
lo conocía, supongo que por eso se acercó, el siguiente
recuerdo que tengo es de nosotros dos, aún en la puerta de
"La Chupitería", con todos nuestros amigos, cantando a voz en grito
canciones de los Rolling... (Créeme mi querido diario, que de haber estado
sobria jamás se me hubiera ocurrido cantar, nada.) Luego los grupos se
separaron, yo me fui con mis amigas y él con sus amigos, recuerdo que pensé que
era muy mono y simpático.
Fuimos a un sitio que se llama "El
Bosque"(no sé por qué), estuvimos bailando, bebiendo un poco más, pero
bailando mucho, y cantando... Recuerdo que sudé mucho de tanto bailar, me
sentía estupendamente, tanto que me subí a una tarima con Amy y Alison a
bailar... (estas cosas estando sobria yo no las hago, de ninguna manera) Al
bajar, cuando iba a pedir mi... quinto...séptimo... (da igual) gintonic, ¡bam!
allí estaba, no me equivocaba, era muy mono, alto, desgarbado, rubio, ojos
azules, sí, Eric. Con esto de la desinhibición total, le pasé una mano por el
hombro y le pregunté qué tal estaba, (más borracho que yo), me contestó que
bien y habría jurado que se alegraba de verme. Fuimos hacia donde estaban
nuestros amigos, pero no bailamos ni cantamos más, (menudo alivio), estuvimos
charlando sobre música, medio en inglés medio en español (me sorprende que me
entendiese en inglés en mi estado), nos intercambiamos los números de teléfono
y se fue y luego retrocedió para darme un "beso de chico malo"
(¡AAAAAAAAHHH!), te explico lo que es un "beso de chico malo". ¿Sabes
cuando le das un beso tímido, o en apariencia tímido a alguien solo en la
esquina de la boca? Así, como quien no quiere la cosa. Y se fue. Ese... besito
que te deja con ganas de más besitos. Pues ese es el "beso del chico
malo", aunque tengo que decir que yo soy la que le puso nombre... no sé si
estoy especialmente orgullosa de ello...sí, sí que lo estoy, es mi firma y
sello jajajaja...
¡Ay! estoy divagando,
creo que necesito más comida.
Cena: Sopita casera, yogur 21:30
Continúo, pues eso es lo que pasó con Eric. Y esta tarde me
ha llamado (¡AAAAAAAAAH!), ahora mismo me siento como si tuviese 16 años,
jajaja. Vamos a quedar el viernes por la
tarde, bien, eso me da dos días para prepararme. Sí, sí, querido diario,
salimos un día de entre semana a celebrar un cumpleaños, y, ¿qué? En esta
ciudad siempre hay fiesta.
¿Qué ropa me voy a poner? Mmmmm... tengo que contárselo a
mis amigas.
¡Hasta mañana!
