Primer capítulo. Celtia y el Mundo.

Hola chicas.

 Como os dije, cada semana saldrá un capítulo de un diario de una chica, Celtia. Una chica como cualquier otra que iréis conociendo poco a poco, su forma de pensar, sus obsesiones, lo que más le gusta, lo que no.....Celtia es una chica de hoy en día con muchas batallas ya ganadas. Os invito a ser pacientes y conocerla un poco más cada semana.

Lunes 1 de Septiembre de 2015

Desayuno:  taza de avena con leche y un plátano 8:30

Ahí está, mi desayuno, para que no se me olvide, cinco comidas al día, no muy copiosas y una lista mental de ejercicios. ¡Y a seguir con mi vida!

 Suena horrible, ¿verdad? En realidad no lo es, no ahora. Es el trabajo necesario para volver a la "normalidad", o para al menos dejar de atiborrarme, sentirme mal por haberme atiborrado de comida y atiborrarme otra vez. Mi psicóloga tiene razón. Hay que romper ese círculo vicioso. Y quizás también el círculo de pensar en ello constantemente...

Bueno, solo tenía intención de hacer de este cuaderno mi diario de comidas (ejercicio obligatorio), pero ya que me he puesto a escribir, quizás debería presentarme.

Me llamo Celtia, tengo 27 años, una carrera, un máster, he viajado, he vivido en otros países (cosa que me ha ayudado a apreciar mejor lo que tenemos aquí y lo que nos falta, nos falta mucho...), me apasiona el maquillaje, la ropa y, por lo visto, desde hace unos meses estoy desbordadamente obsesionada por mi peso... 

Mejor me pongo a trabajar.

Almuerzo: Un té, una napolitana de chocolate 12:15

¡Qué coñazo de traducción! Yo solo quería traducir libros y viajar. A mí qué me importa que una empresa compre a otra. Y, ¿les hacen falta cien páginas para eso? Vaya desperdicio de papel.

Hace días que quiero comprarme un delineador violeta y unos leggins que vi en una tienda...

Hmmm... Echo de menos comprarme una tartelette de frambuesas Chez Paul, y curiosear en el inmenso Sephora de los Campos Elíseos, ¡uuh! y en M.A.C., aunque luego no me comprase nada, o un caprichito de vez en cuando, je, je.

ugh, se acabó el descanso.

Comida:  filete de pollo con patatas fritas, un yogurt y un café 14:40

Hmm... el tentenpié ey la comida están muy juntas, Elena me lo va a hacer ver, pero ya lo veo, ¿a qué hora iba a comer? ¿a las 16:00? Me va a decir, tendrías que haberte tomado el almuerzo un poco antes, y luego me preguntará: "¿Qué pensabas mientras te comías la napolitana?" Pues mujer, que estaba de muerte, que me iría directa a las cartucheras y luego estuve recordando los croissants en París. Ya sé que no es esa napolitana la que me engorda, también he hecho mentalmente el ejercicio. Se lo tendré que contar, que pesadez...

Venga, si termino las siguientes diez páginas me voy a por ese pintauñas, el leggin... ya veremos.

Merienda: 1 pera y un té 18:30

¡Pero qué pintauñas tan bonito! Voy hasta la tienda donde tienen esos leggins...

Me he estado acordando de esa imagen romántica y tan errónea que tiene la gente de Los Campos Elíseos, pasear tranquilamente... ¡¡ja,ja,ja,ja,ja,ja!! hay que moverse rápido, esquivar a la muchedumbre, es como hacer un cursillo intensivo para ser un ninja. ¿Y esa gente que cree que los Campos Elíeos son un parque? Pero si es prácticamente imposible cruzar de un lado a otro, ni con el semáforo en verde. Los autobuses pasan la rotonda rectos, no hacen la curva... Y desde luego, no huelen bien, por muy caros que sean los artículos de las tiendas en esa avenida. Demasiada gente, demasiada polución... Hmm... es cierto, eso no lo echo en falta.

Cena: Una pechuga de pavo vuelta y vuelta, ensalada de tomates y queso fresco, más un té. 22:00

El centro de pechuga de pavo precocinado no creo que fuese extremadamente sano, pero se supone que no estoy a dieta, solo aprendiendo a comer.

Mañana es el cumpleaños de Amy, así que estos leggins de polipiel por delante y elásticos por detrás, que acabé comprándome esta tarde están totalmente justificados, pff, los voy a usar muchísimo, esto va con cualquier cosa. Voy a hacerme las uñas y... no, mejor me hago las uñas mañana por la tarde, que por la mañana voy a jiujitsu y acabo con las uñas destrozadas.

¡Qué color tan bonito el del pintauñas! Es precioso este color vino. Sudo mucho haciendo jiujitsu, ¿cuántas calorías quemaré cada vez? (vale, nota mental: contarle este nuevo pensamiento a Elena) Creo que me voy a acostar.

¡Hasta pronto nuevo diario! Ya te contaré qué tal la fiesta con las chicas.   

Celtia.