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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Reductores



Cómo elegir la ropa interior reductora para tallas grandes.

Los reductores pueden completar tu apariencia, sean llevados con un vestido de fiesta, una falda tubo o tus vaqueros favoritos. Los avances tecnológicos actuales permiten que puedas elegir entre una amplia variedad.  Atrás quedaron aquellas prendas interiores tan incómodas que producían contornos artificiales y te añadían centímetros no deseados a otras partes del cuerpo. Hoy encontramos reductores sin costuras y texturas sin peso, suaves, con paneles de control y respiradores que se mueven con tu cuerpo y se sienten como una segunda piel.
Se deben tener en cuenta unos cuantos trucos a la hora de comprar este tipo de prendas:

Las medidas: Asegúrate de cuáles son las zonas que quieres resaltar para poder encontrar la talla apropiada basada en las especificaciones de los fabricantes. Cada fabricante puede que talle de forma diferente.
Que sea tu talla: Demasiado grande o demasiado pequeño no crearán el efecto deseado. Tu reductor debe ser cómodo tanto si te sientas como si estás de pie, no compres talla de menos para que te ajuste más pues conseguirás sentirte muy incómoda. Vete al próximo nivel de control, digamos de control moderado a uno más fuerte. Si estas prendas te dan mucho calor, compra tejidos que lleven mezcla de algodón para que respiren más y te hagan sentir más cómoda.
Nivel de control: Desde ligero a muy firme.
Estos niveles te ayudan a escoger la cantidad de firmeza que es apropiada para ti. Hoy en día es posible llevar niveles firme y extra firme durante todo un día sin sentirte molesta.





No todos los reductores son creados igual, los hay específicos para cada zona del cuerpo como son el estómago, la cadera, la cintura, las nalgas o de cobertura total. Elegir el reductor apropiado depende de cuánto control deseas y en qué zona te quieres enfocar.
Una vez encuentres el reductor apropiado a tu figura tendrás la fundación para llevar cualquier prenda de tu armario y mejorar la forma de lucir toda tu ropa. Después de todo no se trata de la talla que lleves sino como lleves tu talla.
 

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